Critica de Star Trek II La Ira de Khan

Esta crítica no es una crítica. Es un truco, una trampa, un ardid. Una broma en forma de sátira en la que analizamos Star Trek II La Ira de Khan como si en 1982 hubiera existido internet tal y cómo existe hoy en día y nosotros fuéramos un representante del fandom reaccionario medio.

Nota, este texto es una crítica irónica acerca del odio del fan medio hacia Star Trek (J. J. Abrams, 2009) en particular y del fandom cabezahueca y reaccionario en general.

Crítica de Star Trek II La Ira de Khan

El pasado viernes 4 de junio de 1982 se estrenó Star Trek II La Ira de Khan. Se trata de la segunda película de Star Trek y ha sido realizada por un equipo totalmente nuevo encabezado por Nicholas Meyer (dirección y guión) y Harve Bennet (producción). Ni rastro de Robert Wise, Gene Roddemberry o Isaac Asimov esta vez.

Tras ver un montón de trailers, clips, spots, posters y demás material promocional, tenía muy claro, a mi pesar, con que tipo de producto me iba a encontrar y por eso la he puesto a parir en un montón de foros y webs un par de meses antes del estreno. Siempre sospeché que se trataría de una película simple y superficial muy por debajo de la intensa reflexión filosófica de la serie de 1966.

Así que, bien mentalizado, acudí al estreno libreta en mano para apuntar las meteduras de pata. Lamentablemente todos mis prejui… mis temores no tardaron en confirmare: si bien Star Trek II La Ira de Khan puede colar como producto palomitero a lo Star Wars, como película de Star Trek es… es… ejem… ¿cómo expresarlo con suavidad? ¡Es una estafa! ¡Un insulto a los fans! ¡Auténtica basura para orcos!

Star Trek II, La Ira de Khan ha traicionado mi infancia

Llevo viendo Star Trek desde que tengo memoria, conozco muy bien a los personajes, y estos no son mi Kirk, ni mi Spock, ni mi McCoy. Todos los personajes están totalmente desvirtuados. La primera atrocidad es comprobar que Kirk, James Tiberius Kirk, nuestro Kirk… está… está… viejo. Hacer que Kirk envejezca es un error, probablemente uno tan grande como si Luke Skywalker cogiese su sable laser y lo tirase por encima de su hombro con desprecio. Algo antinatural que contradice las enseñanzas sagradas del fandom. El resultado es que este Kirk (que necesita, atención, GAFAS para poder ver de cerca), no tiene nada que ver con el personaje valiente, atrevido y ligón que tanto adorábamos en la serie… de hecho resulta que tiene un hijo. ¡Un hijo! ¡¡¡KIRK TIENE UN HIJO!!! Patético.

luke tira el sable laser

Spock en cambio sí se mantiene fiel al original, pero al final de la película muere en un acto que aunque nos intentan vender como racional, es totalmente emocional, lo cual va en contra de un personaje que carece de emociones. Por su parte Ricardo Montalban está patético en el rol de Khan, muy sobre-interpretado y teatral. Su personaje es totalmente plano, sus motivaciones no quedan del todo claras, si quieres enterarte de algo tienes que ver el episodio Semilla Espacial y en líneas generales parece una parodia del villano que interpretó hace quince años.

La aportación del resto de los secundarios clásicos es nefasta, y aunque el Doctor McCoy tiene más protagonismo, se queda en un personaje totalmente desaprovechado. Y todo porque Nicholas Meyer ha sacrificado un valioso tiempo en introducir a un personaje nuevo totalmente prescindible, una cadete vulcana llamada Saavik. Una actriz joven y muy guapa, no lo voy a negar, pero Star Trek no va de eso. En La Serie Original no había gente joven y guapa. Bueno, quizás sí, pero todo tenía una justificación mientras que en este caso se trata de atraer al cine a los adolescentes (y los adolescentes de ahora son bastante más descerebrados que los de 1967).

Argumento

No sé ni por donde empezar: es un despropósito.

¿De donde narices sacaron la idea del Génesis? Es absurdo y fantasioso, no como La Serie Original, en la que todos los episodios tenían una base científica solidísima.

No sé, puestos a pensar ideas idiotas, podían haberle dado a Khan un material desconocido, llamémoslo materia roja, capaz de crear agujeros negros de la nada y destruir planetas en un periquete, así la amenaza aunque ridícula, al menos sería más terrorífica.

Pero más delirante es el momento en que Khan reconoce a Chekov, lo cual es un gravísimo error de canon. Veréis, Chekov no podía conocer a Khan porque no ingresó en el Enterprise hasta la segunda temporada y «Semilla Espacial» es un episodio de la primera temporada. Sólo este error de canon se carga cualquier cosa buena que pudiera tener la película. Porque quizás sea una película bien rodada, bien escrita, bien narrada, bien interpretada, con buena música, buenos efectos especiales, entretenida, emocionante, etc. Pero todo esto no tiene importancia porque el canon es sagrado y si no se respeta algo tan importante como esto, se está insultando a los fans, a mí concretamente.

Por cierto, esos bichos de Ceti Alpha VI que se adhieren a la corteza cerebral son otro ejemplo de un guion fantasioso y vulgar inspirado por La Guerra de las Galaxias, al igual que la colorida batallita espacial: lo de la nebulosa Mutara ya es de órdago: resulta que su densidad impide el contacto visual entre las naves, así que se quedan a ciegas. Y digo yo ¿No tienen radares? Pues si, pero la nebulosa crea interferencias electromagnéticas que inhabilitan tooodos los dispositivos.  ¡Qué oportuno! En la serie original nunca pasaban cosas así de absurdas.

cosas fantasiosas star trek II la ira de khan

Visualmente un desastre

¡Y qué decir del diseño!

Para empezar se mantiene la pifia de la primera película: la nave. ¿Se supone que esta nave es un refit de la Enterprise NCC-1701 de la serie? Ah no… que en la película anterior la tunearon tanto que parecía una nave nueva, con unas barquillas horribles que se pasaban el canon por el forro, eso sí muchas luces y texturas que seguro encantan a la chavalada: una muestras del público al que está destinado esta mierda.

Eso sí, invertir lo mínimo, que han sido cutres hasta el punto de reutilizar planos de efectos de la primera película. Estamos en 1982 y la tecnología está lo suficientemente avanzada para no tener que recurrir a estas cosas… algo me dice que el dinero que se han ahorrado se lo han gastado en droga.

Pero volviendo al diseño, ¿Habéis visto el vestuario y el atrezo? Madre mía, ahora el Enterprise parece un submarino y la influencia militar resulta cuanto menos chocante (sobre todo teniendo en cuenta que Star Trek es puro pacifismo). Nada que ver con los elegantes uniformes y coloristas cubiertas de la serie. Mención a parte para Khan y sus esbirros, que tienen las indumentarias más horteras que he visto jamás en cualquier producción audiovisual (que desagradables resultan los pectorales de Ricardo Montalban… aunque confieso que no puedo dejar de mirarlos).

Resumen: todo mal

Resumiendo, los personajes no se parecen a los originales, la historia es un superficial compendio de acción y aventura, la poca ciencia-ficción del argumento es ridícula, hay un montón de errores de canon y para colmo se han cargado al personaje más carismático de la saga.

¿Qué será lo próximo? ¿Una nueva tripulación protagonizada por un calvo francés y un androide albino? O peor aún: una serie protagonizada por… una… ¿¿¿¿¿¿MUJER??????

En fin, señores, esto no es Star Trek, esto es una mierda. Sorprendentemente a la «gente normal» le está gustando mucho, pero no son auténticos fans. En fin, me siento traicionado y humillado por culpa de un individuo que encima tiene los huevos de decir en un montón de entrevistas que ni le gusta Star Trek, ni cree en los planteamientos pacifistas de Gene Roddenberry. No me extraña que Leonard Nimoy haya decidido abandonar el barco y poner punto y final a su colaboración en Star Trek PARA SIEMPRE. Leonard siempre ha sido el más listo del reparto y sabe que es hora de abandonar este barco. El mismo exigió que matasen a su famoso personaje para no volver, jamás, a interpretarlo.

Leonard siempre ha sido un hombre coherente.

En fin… lo dicho. Gracias, Nicholas Meyer. Gracias, Harve Bennel. MUCHAS GRACIAS por destruir Star Trek.

Pero al menos estén ustedes seguros de una cosa: el tiempo pondrá a Star Trek II La Ira de Khan en el lugar que le corresponde.